SOSTENIBILIDAD

Día Internacional de la Madre Tierra: cómo cuidar el planeta desde casa

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Día Internacional de la Madre Tierra: cómo cuidar el planeta desde casa
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CaixaBank

22 Abril, 2020


La pandemia de covid-19 lo acapara todo. Es natural, ya que tiene a más de un tercio de la población mundial recluido en casa. Este problema apenas deja espacio a otras cuestiones, pero lo cierto es que, más allá de las puertas de nuestros hogares, la vida sigue. La Tierra continúa girando alrededor del Sol y la naturaleza disfruta de una nueva primavera en el hemisferio norte. De hecho, este Día Internacional de la Madre Tierra que hoy celebramos es muy especial y lo es precisamente porque lo estamos viviendo de puertas para adentro.

El confinamiento por la pandemia ha puesto de manifiesto algunos de los efectos que nuestras acciones tienen sobre el planeta. Que millones de seres humanos nos hayamos visto obligados a paralizar o modificar nuestras rutinas ha tenido consecuencias palpables sobre la vida en la Tierra. La calidad del aire mejora, los animales recuperan parte del terreno perdido y en algunos lugares el mar recupera su transparencia. Resulta que el planeta vuelve a respirar mientras nosotros contenemos el aliento.

La contaminación ambiental se reduce

Entre las consecuencias de la crisis sanitaria que estamos atravesando destaca la reducción del tráfico rodado. Que millones de personas no puedan desplazarse de la manera habitual debido a las restricciones de movilidad ciudadana ha tenido una consecuencia lógica: la calidad del aire ha mejorado, especialmente en las ciudades.

El informe Efectos de la crisis de la COVID-19 sobre la calidad del aire urbano en España, elaborado por Ecologistas en Acción a partir de los datos recogidos en 125 estaciones de medición de 24 ciudades españolas, registra cómo ha mejorado la calidad del aire en estos entornos. En concreto, apunta una reducción media del 55% en las concentraciones de dióxido de nitrógeno, un contaminante típico de los tubos de escape de los automóviles, en la segunda mitad de marzo.

El informe achaca esa mejora en la calidad del aire a la reducción del tráfico desde la declaración del estado de alarma —que sitúa en torno al 90% en desplazamientos interurbanos y accesos a las ciudades—, así como a una climatología favorable.

Esta es una tendencia que se observa en otros lugares del mundo, como China. Allí se ha observado un incremento del 21,5% en el promedio de días sin contaminación en provincias como Hubei, que pasó todo el mes de febrero en confinamiento. También resultan impactantes las imágenes por satélite tomadas por la NASA, que muestran una reducción drástica en los niveles de óxidos de nitrógeno en las principales ciudades del gigante asiático, así como otras similares de la Agencia Espacial Europea referidas a algunas urbes del viejo continente.

La fauna reclama su espacio

Durante el confinamiento se han vuelto muy populares las imágenes de animales salvajes que se pasean por las calles y carreteras ante la ausencia de los humanos. Los jabalíes, cuya proliferación y cercanía ya preocupaban a las autoridades madrileñas a principios de año, se pasean ahora tranquilamente por algunos puntos de la capital. La imagen de ejemplares correteando por una glorieta junto a la sede de la Real Federación Española de Caza resulta reveladora. Pumas en Santiago de Chile, osos en las carreteras asturianas o cabras montesas en la plaza de Chinchilla (Albacete) son algunos otros ejemplos.

También ha llamado la atención estos días el caso de dos osos panda de un zoológico de Hong Kong que se aparearon con éxito por primera vez en diez años, justo cuando las instalaciones permanecían cerradas al público.

Incluso los peces aprovechan la ausencia de personas para dejarse ver en lugares como Venecia, que acusa habitualmente los efectos del turismo masivo. La ausencia de visitantes, taxis acuáticos y grandes barcos de crucero durante algunos días ha provocado que los fondos dejen de removerse y las aguas de los canales recuperen parte de su transparencia perdida. En su lugar, miles de peces de la laguna de Venecia nadan dispuestos a convertirse en los nuevos amos de la ciudad.

Cómo cuidar el planeta desde casa

Parece claro que la reducción de la actividad humana tiene consecuencias directas sobre el planeta, muchas de ellas positivas. Sin embargo, no debemos olvidar que la sostenibilidad de la Tierra no es solo una cuestión de puertas para afuera. Cuidar de ella desde casa también es posible si tenemos en cuenta algunos consejos:

– Racionalizar el uso de energía: la ralentización de la actividad económica en los sectores industrial y de servicios ha supuesto un descenso en el consumo de energía. En su lugar, ha aumentado el que realizamos en los hogares, un factor que podemos ayudar a controlar con algunos hábitos como usar regletas para desconectar varios aparatos a la vez, apagar las luces cuando no sean necesarias, aprovechar la luz natural al máximo o racionalizar el uso de la climatización.

– Reducir el consumo de agua: los acuíferos son esenciales para la vida en el planeta y también para frenar el cambio climático. Por eso es tan importante que todos colaboremos a la hora de preservarlos. Realizar un consumo de agua eficiente en casa es una manera excelente de contribuir a esta meta.

Según el INE, el consumo medio de agua en los hogares ronda los 136 litros por habitante y día. Para optimizarlo, la Fundación Aquae ofrece algunos consejos útiles, como cerrar los grifos siempre que no se utilicen, recoger el agua mientras esperamos a que se caliente y reutilizarla para regar o fregar el suelo, o poner la lavadora y el lavavajillas cuando estén completamente llenos.

– Reciclar, más importante que nunca: el reciclaje es una de las piedras angulares de la economía circular, un cambio de paradigma sobre el cual la Unión Europea quiere afrontar el desafío de la sostenibilidad. En este sentido, todos debemos contribuir separando nuestros residuos y depositándolos en el lugar adecuado para que puedan ser reciclados.

En plena pandemia de coronavirus, además, esta costumbre se ha convertido en una necesidad. El aumento en el uso de mascarillas y guantes puede provocar efectos adversos sobre el planeta y la salud si no se gestionan correctamente después de usarlos.

En los hogares donde haya casos positivos de covid-19, se debe seguir un proceso especial para deshacerse de los residuos generados por el enfermo, que deberán depositarse todos en una bolsa cerrada dentro del contenedor del resto de residuos. Si no hay casos positivos, el reciclaje deberá realizarse normalmente. Eso sí, deben separarse las mascarillas y guantes utilizados en una bolsa de plástico, que irá a su vez dentro de una segunda bolsa de basura en un cubo separado dentro del domicilio. Después, se depositará en el contenedor del resto de residuos. Por su parte, los envases de gel hidroalcohólico deberán ir en el contenedor amarillo, por ser de plástico.

Cuidar el planeta es una tarea que debemos realizar cada día. Aprovechar el confinamiento para cultivar buenos hábitos en este sentido no solo nos ayudará a reducir costes en nuestro bolsillo, sino que también nos permitirá invertir en el futuro de nuestra casa, la Tierra.

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