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Los 5 NFT más caros de la historia

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Los 5 NFT más caros de la historia
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CaixaBank

03 Octubre, 2023


Si hace unos años nos cuentan que podríamos comprar una fracción digital de los derechos de un cuadro de Andy Warhol o que miles de compradores pujarían por un NFT dinámico para gastar casi 92 millones de dólares, probablemente no nos lo creeríamos.

Sin embargo, todo ello es real: la tecnología blockchain o cadena de bloques nos permite poseer partes de obras de arte que, en vez de estar guardadas en una caja fuerte, se encuentran almacenadas digitalmente en un lugar al que solo puede acceder el dueño mediante una clave única.

Esas obras pueden ser físicas (como un cuadro o una escultura que se haya tokenizado para fraccionar su propiedad) o piezas digitales NFT (Non-Fungible Token, por sus siglas en inglés) y, en algunos casos, alcanzan cifras de venta astronómicas

5º. CryptoPunk #5822: 23,7 millones de dólares

CryptoPunk #5822 alcanzó una cifra de venta de 23,7 millones de dólares (22,4 millones de euros). A cambio, su comprador obtuvo la propiedad de una imagen de un alien azul en baja resolución y generado por un algoritmo. Tal vez estos aliens son la mejor manera de ilustrar lo único y raro que es el mercado de los NFT.

CryptoPunk #5822 forma parte de una serie de 10.000 avatares digitales almacenados en la cadena de bloques Ethereum. Fue el proyecto que inspiró el actual movimiento de criptoarte y uno de los primeros ejemplos de NFT en Ethereum.

En ese espíritu pionero —y en el consiguiente runrún que generó en la comunidad— está la principal razón de su éxito. También en la exclusividad que aporta ponerse un CryptoPunk en propiedad como avatar en redes sociales.

4º. Human One: 28,98 millones de dólares

El artista Beeple creó una videoescultura en tres dimensiones, un híbrido entre arte digital y físico, que se vendió en vivo en la galería Christie’s por 28,9 millones de dólares (27,3 millones de euros).

Se trata de un NFT generativo: un vídeo cinético que muestra a un astronauta solitario caminando por un mundo distópico y que evoluciona continuamente.

La videoescultura se muestra dentro de una caja de unos dos metros de alto con cuatro pantallas led.

3º. Clock: 52,7 millones de dólares

El de Clock es un buen ejemplo sobre cómo el criptoarte puede utilizarse para apoyar causas concretas. En este caso, para recaudar fondos que ayuden a Julian Assange a defenderse en los tribunales.

Clock fue creado por el artista anónimo Pak y forma parte de la colección Censored que posee junto a Julian Assange. Esta obra consiste en un reloj en el que se van viendo los días que el activista lleva encarcelado.

La organización Assange DAO, compuesta por unos 10.000 seguidores de Assange, fue la que compró la obra por 53,7 millones de dólares (49,8 millones de euros). Sus integrantes sumaron fuerzas y recursos en una suerte de crowdfunding para ayudar a Assange a salir en libertad.

2º. The First 5000 Days: 69,3 millones de dólares

Un diseñador gráfico estadounidense, Beeple, se pasó 13 años creando una imagen cada día, sin saltarse ni uno solo. Es decir: más de 5.000 días consecutivos de imágenes diferentes con el ánimo de reflejar en tiempo real la evolución de su país.

El artista reunió en una sola composición las 5.000 primeras imágenes de esta colección en una obra conocida como The First 5000 Days y que muestra el recorrido artístico de Beeple desde que era un creador anónimo.

Este NFT se vendió por 69,3 millones de dólares (65,5 millones de euros), después de meses en los que las obras de este artista fueron ganando valor subasta tras subasta. Ni el propio Beeple, que siguió la puja desde su casa, se lo podía creer.

1º. The Merge: 91,8 millones de dólares

La propia venta del que, hasta ahora, se considera el NFT más caro de la historia, también se ha convertido en una obra de arte.

The Merge, una obra de Pak —el pseudónimo tras el que se oculta un artista anónimo— ha combinado la tokenización con la generación artística.

Pak es un artista que crea arte a través de código. En este caso, se le ocurrió utilizar el propio blockchain e internet para generar una obra de escala global. Básicamente, lo que hizo Pak fue vincular The Merge, una creación digital dinámica, a los tókenes que aportaban los compradores. Así, la composición visual de cada NFT es diferente, en función de la cantidad de tókenes que hubiera añadido cada uno.

Por supuesto, esta propuesta tan exótica y participativa —junto a la popularidad de Pak— generó una expectación enorme y, con ella, una cifra récord en la venta de NFT: 91,8 millones de dólares (86,7 millones de euros). Tanto es así que, con esta venta, Pak se convirtió en el artista vivo más cotizado del mundo, por encima de otros tan conocidos como Banksy o David Hockney.

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